Esta medida reaccionaria fue impulsada por congresistas de la denominada bancada magisterial que apoya al gobierno de Pedro Castillo y fue avalada por Perú Libre y los demás bloques parlamentarios de la ultra derecha.
El pasado martes 05 de julio, en el seno de la Comisión de Descentralización del Congreso de la Republica, se aprobó cambiar el nombre del ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a ministerio de la Familia y Poblaciones Vulnerables.
Esta propuesta reaccionaria fue planteada por el Congresista Américo Gonza, quien hace parte de la denominada bancada magisterial que apoya abiertamente al gobierno encabezado por Pedro Castillo. Como era de esperarse, esta iniciativa contó con el apoyo de todos los sectores ultra derechistas que tienen presencia en el Parlamento.
Esta “reivindicación” de la familia, ha sido una consigna que han esgrimido en el Perú los sectores más conservadores de la política y de la iglesia, dentro de los cuales destacan organizaciones como el fujimorismo y Renovación Popular del filo fascista López Aliaga, además de las iglesias evangélicas. Todos ellos se agruparon en su momento en el frente ultra reaccionario denominado “Con mis hijos no te metas”, para oponerse a la oleada feminista que recorrió el continente.
El partido político Perú Libre, que funge ser de izquierda pero que en la práctica vota de manera recurrente con los sectores ultra conservadores y neoliberales del Parlamento, en esta oportunidad repitió la tendencia y se puso del lado de los sectores anti derechos quienes utilizan los espacios políticos para oponerse a las reivindicaciones de las mujeres y de la diversidad sexual.
En ese entender, Vladimir Cerrón, presidente y máxima figura visible de Perú Libre, dejo claramente expresado en sus redes sociales que: “La bancada de Perú Libre sesiono ayer y por unanimidad de los presentes acordó respaldar el cambio de nombre de Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a Ministerio de la Familia y Poblaciones Vulnerables”.
Y para no desentonar con lo expresado por su jefe, el vocero de la bancada de Perú Libre, Waldemar Cerrón, defendió públicamente su voto por esta propuesta reaccionaria, aduciendo que: “Con el cuento de la mujer se deja fuera al resto de la familia”.
Esta defensa grotesca de Perú Libre a la idea de la familia burguesa, se contrapone abiertamente a las ideas de Marx y del marxismo sobre este tema. Recordemos que en el Manifiesto Comunista y en otros escritos, Marx y Engels dejan claramente establecido que la familia burguesa es uno de los primeros espacios a través de los cuales las clases dominantes reproducen sus valores y su lógica opresiva. Es importante tener esto en cuenta, ya que Perú Libre y Vladimir Cerrón, permanente aducen ser “marxistas”, sin embargo, en realidad lo que reproducen con su práctica política no son las ideas marxistas, sino más bien, la visión retrograda del estalinismo conservador.
Así pues, Perú Libre y la denominada bancada magisterial, más allá de su verborrea y sus poses de izquierda, mantienen una posición ultra conservadora en relación a temas que tienen que ver con los derechos de las mujeres y la diversidad sexual. Por esa razón, figuras relevantes de estos sectores, como Guido Bellido (ex Premier de Castillo), en su momento fueron denunciados por sus prácticas misóginas y homofóbicas. Este último, persiste en sus prácticas homofóbicas de manera cotidiana, por eso, en el programa de Cuarto Poder del domingo último, trato de burlarse públicamente de la marcha por el día del orgullo.
Es precisamente por esta visión altamente reaccionaria y conservadora que Perú Libre y la denominada bancada magisterial, a pesar de haberse separado oficialmente, siempre terminan votando y actuando junto a los sectores más conservadores y oscurantistas de la política nacional, como es el caso del fujimorismo o Renovación Popular. A ello se debe que hayan votado juntos para eliminar, por ejemplo, el denominado enfoque de género en la Curricula Educativa, el cual, era una medida paliativa mínima que permitía diversificar las miradas sobre el quehacer educativo en la educación básica.
Si este cambio de nombre prospera y termina siendo refrendado por el Pleno del Congreso de la Republica, significara un duro golpe para la lucha de las mujeres y la diversidad sexual, quienes, como lo demuestran las cifras de diversas instituciones especializadas, en estos últimos tiempos han sufrido un incremento significativo en relación a los índices de violencia y crímenes de odio.
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