Funcionarios del gobierno y de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) se reunieron ayer en la Casa Rosada y dirimieron diferencias, luego de los cuestionamientos cruzados entre la presidenta y empresarios.
Fotografía: DYN
Ayer al mediodía se realizó la reunión entre funcionarios del gobierno y la cúpula de la UIA para abordar las inquietudes y diferencias que surgieron a raíz de los acuerdos económicos firmados la semana pasada con la República Popular China. Luego del encuentro parecieron haber quedado muy lejos las fuertes acusaciones entre ambas partes, en particular las declaraciones previas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hacia empresarios fabriles al calificar sus críticas como una embestida por motivaciones políticas y atribuyendo la responsabilidad al grupo Techint. Así, al concluir la reunión el titular de la entidad que agrupa a empresarios, Héctor Méndez, agradeció especialmente a la presidenta por la celeridad de la misma y aclaró que “las inquietudes se han clarificado en la mesa”.
En la reunión acudieron de parte del Gobierno el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los ministros de Economía, Axel Kicillof, de Industria, Débora Giorgi, y de Planificación, Julio de Vido. Por su parte, Héctor Méndez de la UIA fue acompañado por el vicepresidente segundo, José Urtubey y el vocal Juan Carlos Lascurain. Las declaraciones de los empresarios al finalizar el encuentro coincidieron en un aire de satisfacción. El titular de la UIA manifestó su conformidad con el mismo, al tiempo que rechazó que las dudas manifestadas por los acuerdos con China hubiesen tenido “connotación política”. Un poco más enfático fue el segundo de la institución, José Urtubey, al afirmar horas antes al encuentro que “nadie en su sano juicio puede estar en contra de los acuerdos con China” y que “es una gran oportunidad el relacionamiento con China” ya que en el 2014 hubo una caída en la industria y “este año, en la medida que haya ingresos de dólares, vía inversiones o financiamiento, por el lado de China y otro, van a ayudar a revertir esa tendencia”. En la misma línea se ubicó el prosecretario de la UIA, Guillermo Gliemmo, al manifestar claramente “bienvenido sean los capitales”.
Axel Kicillof, uno de los representantes del Gobierno en la mesa, también evadió las acusaciones de la presidenta del día anterior hacia la UIA y un sector vinculado con el holding Techint, al señalar la responsabilidad de los medios en la polémica debido a que el cuestionamiento sobre los acuerdos con China habría sido “excesivo” y que hubo “operaciones mediáticas” detrás de ellos. Asimismo, el ministro subrayó que “los acuerdos con China no violan la legislación vigente” en cuanto a inversiones extranjeras, inmigración y derechos laborales, enarbolando en forma poética que “no ha sido un rapto de último momento, sino fruto de un árbol que se ha plantado durante el gobierno de Néstor Kirchner para esta relación estratégica”.
Efectivamente, la reunión expresó que los empresarios locales no quieren perderse su parte en los negocios con el “gigante asiático” y el gobierno ha dejado en claro quiénes serán los beneficiarios. El ministro de Planificación Julio De Vido aseguró que la cuarta central nuclear que se construirá en el país “será financiada 100% con los chinos pero tendrá el 70% de los insumos producidos en Argentina” y, justamente, “la totalidad de esos proveedores son la de la Unión Industrial Argentina”. Pero además, dejó bien en claro que el gobierno representa esos intereses “nacionales” y así lo defendió en las negociaciones con los inversores Chinos. De Vido dijo al respecto que “nosotros peleamos letra por letra cada punto de participación del capital nacional, sobre todo la incorporación de elementos industriales en las centrales nucleares”. Misma aclaración había realizado la presidenta nacional, que remarcó que a partir de Atucha II se desarrollaron 53 empresas argentinas proveedoras de empresas que generan energía nuclear, que estarán disponibles para trabajar en este nuevo emprendimiento.
Las críticas a los acuerdos, según la mandataria, provienen del holding Techint, el cual sería beneficiario directo de un acuerdo con Eximbank para financiar la represa El Tambolar. Es que no se trata solamente de ser beneficiario, sino de cual es el monto de los beneficios y probablemente los grupos “locales” esperaban obtener una mejor negociación con los pares chinos por la vía de sus representantes políticos.
En este sentido, el titular de la UIA, Héctor Mendez, buscó calmar los reclamos internos, “nosotros queremos defender los intereses de la empresa y no dudamos que el gobierno ha hecho lo mismo y lo hace de buena fe”, aseguró. El martes 24 de febrero se celebrará una reunión de junta directiva de la UIA donde se tratarán las dudas de los técnicos sobre los convenios firmados en China.
Redacción ID // Fuente: Télam