Compartimos con los lectores la reflexión de un joven trabajador de una planta metalúrgica de Córdoba capital.
Hoy la industria en general y la metalúrgica en particular son sectores donde se siente fuerte la recesión que arrastra el país. Pero para los trabajadores metalúrgicos son años y años de esperar y soportar sueldos miserables, a cambio de las jornadas más intensas de la industria que nos dejan rotos.
En Córdoba, las patronales están aprovechando más que nunca los años de precarización laboral, los años de laburar con consultoras con contratos basura, como si fuera una ventaja en el mundo laboral “moderno”. Donde ningún gobierno se animó a mover un milímetro las políticas negreras. Hoy los empresarios lloran la crisis, y piden una reforma laboral.
Los sindicatos ya no pueden ni si quiera disimular que entregan conquistas obreras y nos plantean que no queda otra. Pero las patronales no tienen ningún problema para descargar aún más la crisis sobre los trabajadores, para conseguir convenios pactados de aumentos miserables, suspensiones que flexibilizan la jornada laboral para no pagar el sueldo entero si realmente la jornada no va a ser intensa y extenuante para los operarios, porque quieren hacer valer los miserables 100 pesos hora que pagan a los metalúrgicos.
Cerrando 2018 y a comienzos de este año no paramos de ver compañeros despedidos, inclusive con muchos años de fábrica arriba, porque las empresas no quieren ponerlos en planta permanente. Las facilidades que tienen para dar aumentos miserables y suspender no les son suficiente, te echan igual. ¿A ellos qué les importa una familia más en la calle? Las ganancias patronales no tienen nada que ver con las necesidades de los trabajadores y el pueblo. Demuestran una y otra vez que su lucro esta contrapuesto al desarrollo de un país para las grandes mayorías, un país con nuestros hijos en las universidades, donde tengamos nuestra casa propia, donde tengamos tiempo para vacacionar en familia y no tengamos que hacer alguna changa después de todo un día en la fábrica para llegar a fin de mes. Porque de eso se trata, de construir nuestras vidas acá, con estos trabajos, bajo este pedazo de cielo. ¿Cuánto más vamos a esperar?
Esperamos doce años bajo el gobierno anterior; ahora nos dicen que esperemos a que termine el primer mandato de Macri y lo echemos “con las urnas”. Mientras tanto, pasaron todos los ajustes en complicidad entre el macrismo y el PJ. ¿Y las centrales sindicales que hace años paraban el país por el impuesto a las ganancias dónde están?
Los trabajadores no tenemos que esperar ni un minuto más, tenemos que organizarnos, entre las diferentes fábricas, decir que los despidos de contratados son despidos de todos, son nuestros vecinos, primos y hermanas quedando en la calle, nuestros hermanos de clase a los que se les roba el futuro.
Las patronales y el gremio nos extorsionan diciendo que se viene la reforma laboral, que acá hay que tener cuidado, y tratan de parar la bronca con una paritaria interminable en tramos mínimos: migajas que solo sirven para poner un poco de nafta súper a la 110 y volver a la fábrica a seguir dejando la vida. ¡No podemos seguir manejándonos con la lógica de la UOM y los diferentes gobiernos de turno que nos hablan del mal menor!
Gane quien gane las próximas elecciones, ya sea Cambiemos o el PJ, va a estar bajo el mando del FMI: es decir, trabajadores más flexibilizados, reformas laborales, pibes trabajando por aplicaciones sin ningún reconocimiento. Si nos seguimos tragando la bronca y puteando por abajo, esto no cambia más. Tenemos que organizarnos y cambiar la historia de siempre, si nos unimos podemos terminar con la precarización laboral, pidiendo el pase a planta de todos los trabajadores contratados, y que los sueldos se igualen a la canasta básica familiar, para lograr llegar a fin de mes.
Unirnos a los pibes y pibas que laburan por aplicaciones, que se los reconozca trabajadores y trabajadoras en blanco y con plenos derechos laborales para poder cuidar su vida mientras laburan. Porque quieren ir aplicando la reforma en cuotas y por sectores.
Para que no haya más desocupación tenemos que repartir las horas de trabajo entre las manos disponibles, con los pibes y pibas que dejan en la calle, para reducir la jornada laboral y general pleno empleo, donde todos y todas podamos laburar para comprar el morfi. Que sean las patronales las que releguen sus ganancias.
Lograr que se desconozca la tiránica deuda que el gobierno contrajo con el FMI y que solo beneficia a los empresarios, con devaluaciones monstruosas, bajando nuestros sueldos. ¡Hay que tirar abajo el acuerdo con el FMI y que el gobierno que venga desconozca la deuda ilegitima y fraudulenta!
Basta de sacarnos la guita a nosotros (trabajadores, jubilados) para pagar deudas ilegítimas, que la crisis la paguen las patronales que nos roban todos los días. Si hay déficit no podemos sacarles la plata del bolsillo a los jubilados.
Los pibes y las pibas sabemos que el momento es ahora, no en un futuro que nunca llega.